Cuando tu vida es la gimnasia y un día descubres que, literalmente, eres alérgica a ella, tu vida cambia. Y lo hace de una forma que jamás hubieses esperado. Ese fue el caso de Natasha Coates, la gimnasta británica que ha sufrido aproximadamente 500 choques anafilácticos en 12 años.
Entregada al deporte desde la infancia, Coates se enfrentó a su primera reacción alérgica severa a los 18, encadenando una tras otra desde entonces para total desconcierto de los médicos que la trataban, quienes no podían explicarse el detonante de los choques. Dos años después del primer ataque, Coates recibió por fin un diagnóstico definitivo: padecía MCAS, el Síndrome de Activación Mastocitaria, una enfermedad rara que en nuestro país afecta a alrededor de 2.000 personas. La MCAS se manifiesta de forma muy similar a un proceso alérgico, provocando desde picores en la piel a erupciones, diarrea, dolor abdominal y óseo o incluso anemia, lo que provoca que, como en el caso de Natasha, sea muy difícil de determinar de forma precisa. “La MCAS se reconoció como patología por primera vez en 2007. Significa que mis anticuerpos son defectuosos. Las reacciones alérgicas ocurren de forma espontánea, una vez al día como mínimo. Puede que me encuentre viendo la televisión o incluso durmiendo. Lo cierto es que, técnicamente, soy potencialmente alérgica a todo: desde el alcohol a las lágrimas o incluso cambios meteorológicos. Mi pelo comenzó a caerse en el mismo instante en que mis propias células comenzaron a atacar los folículos capilares”, declaró Natasha al diario británico The Guardian.
Esta situación tiene su origen, efectivamente, en los anticuerpos, los cuales entran en “modo alerta” por error, provocando que los mastocitos estallen y segreguen las sustancias que avisan al cuerpo de la presencia de un elemento nocivo en nuestro organismo, causando la reacción alérgica.
Debido a su condición, cada vez que se dispone a ejecutar un ejercicio se enfrenta a obstáculos como la pérdida de sensibilidad en prácticamente la totalidad del cuerpo, lo que supone un serio problema a la hora de saber si, por ejemplo, ha conseguido sujetarse firmemente a la barra superior de sus ejercicios gimnásticos.
A pesar de todo, Coates ha conseguido convertirse en una de las gimnastas paralímpicas más relevantes de los últimos años, consiguiendo 22 títulos nacionales y 36 medallas.
Un ejemplo no sólo de superación y entrega, sino de una de tantas enfermedades raras que necesitan de todo el apoyo y la atención más allá de los días conmemorativos.
