El coronavirus —que provoca neumonía, fiebre, tos y dificultades respiratorias— ha matado a más de 100 personas
El Comité de Emergencias de la OMS aún no ha declarado la emergencia global debido al brote de un coronavirus en la ciudad china de Wuhan, con 11 millones de habitantes. Aun así, se han contabilizado más de 100 muertes y 4000 afectados, pero las cifras aumentan con el paso de los días.
El origen del coronavirus —denominado así por la especie de corona que lo rodea— data del pasado mes de diciembre en un mercado de animales vivos. Estos virus se transmiten habitualmente entre animales, pero en ocasiones sufren mutaciones que permiten su transmisión a los seres humanos.
Las principales consecuencias de esta cepa son la neumonía, fiebre, tos intensa y dificultades respiratorias. Para evitar su contagio, las autoridades sanitarias recomiendan a las personas que vayan a viajar a esta región tomar precauciones similares a la gripe —como tener especial cuidado a los objetos que tocamos, llevar mascarilla, lavarse las manos con frecuencia y controlar la tos y los estornudos—.
Hay casos anteriores de coronavirus en Asia. El SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave), procedente de murciélagos, ocasionó 750 muertos y más de 8000 casos. Igualmente, el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) causó más de 500 muertos entre 1300 afectados.
