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Hágase la luz: los avances más prometedores del mundo de la optometría

Innovación tecnológica

Recuperar los sentidos es uno de los retos de la medicina desde sus orígenes. Recobrar aquello que nos conecta con el mundo es un objetivo fundamental por razones obvias y, tras ver cómo hemos avanzado en las últimas décadas en el aspecto auditivo, hoy os traemos dos avances en materia de optometría que prometen revolucionar esta especialidad.

Second Sight, fabricante de la primera retina artificial comercializada en el mundo, ha ido un paso más allá tras sacar al mercado su primer ojo biónico: el nuevo reto de la compañía californiana consiste en colocar una batería de electrodos en la superficie del cerebro para devolver la vista a las personas que han quedado parcial o totalmente ciegas. Si este sistema funcionara podría devolverle la vista a millones de personas en el mundo, incluyendo a aquellos/as que han perdido la visión en ambos ojos.

Bautizada como Orion, esta batería supone una actualización del Argus II, el actual ojo biónico de la compañía, que requiere de unas gafas equipadas con una cámara y un procesador externo.

La administración de medicamentos de los Estados Unidos ya ha dado permiso a la empresa para realizar un estudio con cinco pacientes, proceso con el que Second Sight pretende dar respuesta a algunas incógnitas que quedan por resolver, tras el cual podrán comenzar con los ensayos clínicos.

Otra de las novedades que ha revolucionado el mundo de la optometría en los últimos meses han sido los nuevos avances en la implantación retiniana de células madre pluripotentes.

Una de las investigaciones más recientes con estas células, llevada a cabo por jCyte en colaboración con The Gavin Herbert Eye Institute , de la Universidad de California, se ha centrado en las células madre extraídas de la médula ósea, movilizadas a la sangre periférica mediante el factor estimulador de colonias de granulocitos. Dicho procedimiento puede llevarse a cabo porque el ojo es capaz de tolerar células extrañas sin provocar respuestas inmunitarias. En todos los casos clínicos que se han realizados no ha habido reacciones adversas generales, aunque al mismo tiempo se han detectado algunas complicaciones locales. El estudio reveló que el método aplicado y los resultados obtenidos son alentadores y pueden crear nuevos caminos para el avance de los tratamientos de las retinopatías.