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Implantes tecnológicos en nuestro cuerpo: el futuro de la medicina

Ciencia, cultura y sociedad
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Estos dispositivos se integran con naturalidad en el ser humano y detectan alteraciones en la salud, transmiten información y pueden actuar en el foco del problema

¿Están la tecnología y la biología destinadas a convivir en el ser humano? Investigaciones recientes apuntan a que sí, aunque todavía es pronto para que alojemos dispositivos electrónicos diminutos en nuestro interior. Por ahora se están probando en animales con excelentes resultados, pero estos proyectos que os comentamos a continuación aún necesitan nuevas mejoras y pruebas para empezar a utilizarse en personas.

La ingeniera Rabia Tugce ha creado una píldora que combina circuitos electrónicos y bacterias modificadas genéticamente para detectar hemorragias internas gracias a un sensor conectado a un dispositivo de comunicación inalámbrico. Un invento que va en la línea de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades en su fase temprana; y también en la de proporcionar confort al paciente, que evitaría las molestias de endoscopias y colonoscopias. Sin embargo, todavía es necesario reducir su consumo energético y su tamaño, que actualmente es de dos por tres centímetros.

En la Universidad de Cambridge, el equipo liderado por George Malliaras ha desarrollado un dispositivo extracorpóreo que permite grabar la actividad individual de las neuronas, suprimiendo la necesidad de implantar un sensor en el interior del cerebro. Este invento ha demostrado su efectividad en enfermos de epilepsia sometidos a cirugía, y el objetivo es hacerlo capaz de detectar patrones y evitarlos mediante la segregación de fármacos.

Por último, en la Universidad Pompeu Fabra están trabajando en “microvigías” capaces de controlar lo que sucede en los tejidos de la piel. Se trata de microbios a los que se les ha modificado el genoma y que pueden servir para saber qué está ocurriendo e intervenir segregando proteínas o antiinflamatorios. El proyecto se encuentra aún en fase primaria, pero estas bacterias podrían incluso ayudar a guardar y transmitir información valiosa para nuevos métodos de diagnóstico, entre otras aplicaciones.