Las nuevas tecnologías ahora también se utilizan con efectos terapéuticos, como en el caso del robot Nao.
Nao es un robot humanoide capaz de interactuar de forma natural, además de hablar, ver y escuchar, puede jugar, hacer de profesor o bailar.
Gracias a todas estas características el robot es ideal para el tratamiento de niños autistas. La tarea principal del Nao con los niños autistas es hacerles reír.
El autismo es un trastorno neurológico que daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con los demás. El autismo se manifiesta en los primeros tres años de un niño, pero que permanecerá a lo largo de toda su vida.
Este simpático robot permite ser programado por un amplio espectro de usuarios, de esta forma puede ser programado para estimular y ayudar en el aprendizaje de los niños. Este sistema ya se está empleando en algunos colegios de Estados Unidos y Europa.
Los niños autistas solo tienen que prestar atención a las palabras y movimientos del robot, lo que simplifica las interacciones y hace que las comprendan mejor. El robot no sustituye en ningún caso a un profesor, si no que sirve como apoyo despertando en los niños autistas interacciones que no encuentran en el resto de personas.
Como alternativa a NAO, existe Buddy, un robot con apariencia humana y aspecto amigable, que también trabaja con niños autistas. En concreto Buddy cuenta historias a los pequeños y les anima a realizar diferentes ejercicios con el mismo objetivo principal que NAO, sacar una sonrisa a estos niños que ven el mundo de manera diferente.
También esta tecnología puede ser aplicada en personas mayores, ayudándoles a luchar contra enfermedades como el Alzheimer.
Existe toda una gama de juguetes interactivos, con apariencia similar, que ayudan a niños con todo tipo de discapacidades. Todo sea por la sonrisa de un niño.
