Logo_Zinkinn

Blog

Salud, fútbol y goles: así se curan y preparan los jugadores de élite

Actualidad

Las patillas, las bermudas talla XS o el bigote no es lo único que ha cambiado en el fútbol en los últimos 30 años. La tecnología y la innovación sanitaria siempre ha formado parte del deporte y más en este caso, donde los clubes cada vez arriesgan más a nivel económico con sus jugadores. Encontrar la forma más rápida de curar una lesión o mejorar el rendimiento de la plantilla es un objetivo prioritario, por lo que médicos, fisioterapeutas y preparadores físicos procuran mantenerse a la vanguardia en cuanto a tratamientos y herramientas con los que lograrlo. Ahora que el Mundial de Fútbol de Rusia se encuentra a la vuelta de la esquina, os presentamos algunas de las innovaciones más punteras que se han aplicado en los diferentes equipos que se disputarán el torneo en las próximas semanas.

 

3-Tesla Magnetom Verio

Una máquina de resonancia magnética es un imprescindible en cualquier centro médico. Pero esta no es una cualquiera. Con un coste aproximado de 2 millones de euros (nada menos), la 3-Tesla Magnetom Verio es capaz de ofrecer un cálculo extremadamente preciso sobre el tiempo que el jugador debe permanecer de baja tras una lesión.

 

PAPIMI

La regeneración celular es la clave. Esta técnica, tan reciente como revolucionaria, se basa en el incremento del campo eléctrico dentro de células afectadas por la lesión, logrando su mayor resistencia de cara a futuros traumatismos y acelerando el tiempo de recuperación del jugador.

 

Alter-G

Y entonces apareció la NASA. El Alter-G, un dispositivo desarrollado por los genios de la ingeniería aeroespacial norteamericana, consiste en un mecanismo de presión de aire diferencial capaz de reducir los efectos de la gravedad terrestre mientras se ejecutan ejercicios de rehabilitación.

 

Entrenando a alta capacidad

Pero no sólo de lesiones vive la innovación sanitaria en el fútbol. La preparación del futbolista también se ha visto asaltada por las últimas tecnologías: desde plataformas de fuerza y salto con monitorización de la resistencia corporal a fotoceldas capaces de medir la velocidad exacta en milisegundos, tensomiógrafos que miden el estado de los músculos de los jugadores o el k4b2. No, este último no es un robot de Star Wars, sino más bien un método portátil empleado para medir el intercambio de gases respiración a respiración y con ello determinar la cantidad de oxígeno que consume un jugador. Porque si de algo no cabe duda, es de que cada vez más, cada detalle en el cuerpo de un delantero puede suponer la diferencia entre levantar la copa o volverse a casa sin pasar a cuartos.