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Científicos israelíes crean el primer corazón 3D con tejido humano

Innovación tecnológica
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Que la impresión 3D va a ser el término que va a colmar de titulares el mundo de la ciencia en las próximas décadas es algo que prácticamente no pone en duda nadie a día de hoy. Más específicamente, en el mundo de la medicina, la impresión 3D no sólo está alcanzando protagonismo en artículos de “anticipación”: en los hospitales y centros médicos de todo el mundo (también de nuestro país, como hemos podido ver en Zinkinn), ya se están poniendo en marcha proyectos de impresión de órganos y modelos anatómicos humanos en tres dimensiones. Y esta semana le ha tocado el turno al que ya han denominado como un paso de gigante en el aún largo camino de la creación artificial de órganos humanos: la impresión del primer corazón 3D usando tejido cardiovascular de un paciente.

Según su última compilación de datos, de 2015, la OMS registró que en el mundo murieron 17,7 millones de personas a causa de patologías cardiovasculares, lo que supuso el 31% del total de fallecimientos. Avanzar en las técnicas de trasplante e intervenciones en general es clave para reducir esa cifra. Por eso, el hallazgo de un grupo de científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha sido todo un acontecimiento en el mundo de la ciencia médica. Encabezados por Tal Dvir, profesor titular de la citada universidad, el grupo de científicos ha diseñado lo más cercano a un corazón humano artificial hasta la fecha.

 

Para lograrlo, en primer lugar realizaron una biopsia de tejido graso del paciente, tras lo que procedieron a separar el material celular del no celular. A continuación, los investigadores reprogramaron las células del tejido graso para convertirlas en células madre pluripotentes, un tipo del que alguna vez os hemos hablado y que, esencialmente, han abierto las puertas a investigaciones donde es posible desarrollar células capaces de convertirse en aquellas necesarias para según qué fin. Un objetivo que puede ser, como en este caso, convertirse en el tipo de células capaces de crear un corazón. El material no celular se basó en componentes estructurales, como glicoproteínas y colágeno, siendo modificados para transformarlos en la conocida como “biotinta.”

Una vez obtenidos todos estos elementos, se procedió a mezclar la biotinta con las células madre, las cuales se diferenciaron en cardiacas o endoteliales, las cuales permitieron a los científicos crear parches cardiacos, así como vasos sanguíneos.

Publicado en la revista Advanced Science, el avance supone un paso de gigante ya que, aunque hasta la fecha se había podido imprimir modelos 3D de la estructura de un corazón, aún no se había logrado realizar con células ni vasos sanguíneos.

“En este momento, nuestro corazón 3D es pequeño, del tamaño del de un corazón”, ha aclarado el profesor Dvir. “Sin embargo, corazones humanos más grandes tan sólo requerirían la misma tecnología.”

Aunque aún falta mucho para que podamos ver corazones artificiales funcionales diseñados mediante este proceso, no cabe duda de que el descubrimiento ha permitido comenzar a poner las miras en objetivos que parecían muy lejanos hace tan solo uno o dos años.