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Dolor y cambios meteorológicos: la ciencia explica parte de este fenómeno popular

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¿Cuándo fue la primera vez que escuchasteis a un familiar decir aquello de “el tiempo va a cambiar” mientras torcían el gesto y se palpaban la rodilla o el tobillo, seguros de su predicción anunciada mediante una punzada de dolor? Puede que incluso vosotros/as mismos/as lo notéis, asociando ese estímulo a un próximo cambio meteorológico. Este fenómeno forma parte del más que grueso libro de la sabiduría popular aplicada a la medicina, uno que la ciencia trata de desmentir o confirmar capítulo a capítulo. Esta vez le ha tocado el turno a los “dolores proféticos sobre meteorología” y si, ya podemos adelantar que, según un estudio de la Universidad de Manchester en Reino Unido, existe fundamento científico para el fenómeno. 

Publicado en la revista npj Digital Medicine, el estudio ha incluído a más de 13.000 personas de todo Reino Unido, limitándose a un conjunto final de 2.658 sujetos cuya participación se extendió a lo largo de seis meses.
 

Tal y como informó el principal autor del estudio, el profesor Will Dixon, director del Centre for Epidemiology Versus Arthritis, “alrededor de tres cuartas partes de las personas que conviven con la artritis están seguras de que su dolor puede verse condicionado por el clima.” Así, los participantes de la investigación consistieron principalmente en personas con artritis u otras condiciones donde estuviese presente el dolor crónico (fibromialgia, migraña, neuropatía…). Una vez más, la tecnología e-health jugó un papel decisivo a la hora de llevar a cabo una investigación médica. En este caso gracias a la app desarrollada por los investigadores para medir los niveles diarios de dolor de los participantes. Además, la aplicación también registraba el clima de la zona del usuario. 

 

Tras analizar los datos recabados, el equipo de Dixon observó cómo los días húmedos y ventosos con bajas presiones mostraban un incremento de las posibilidades de sufrir dolor en los pacientes. “En una escala de 5 a 100 podría aumentar a 6 sobre 100.”, indica el profesor. A su vez, los datos no parecieron reflejar la existencia de un vínculo entre dolor y lluvia, así como entre dolor y temperatura por sí sola. No obstante, los días de mayor dolor para los sujetos fueron aquellos que presentaron altos niveles de humedad, viento y frío a la vez.

 

Aunque estos datos ya formasen parte de cierta sabiduría popular, la constatación de una parte de ellos mediante este tipo de investigaciones supone un importante avance en la forma en que la medicina aborda patologías crónicas como la artritis, contando con el clima como un factor más a tener en cuenta.