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El posible final de las células tumorales durmientes

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Las células tumorales durmientes son las principales responsables de la resistencia a los tratamientos y las recaídas de pacientes aparentemente curados. Resultan indetectables y resistentes a los tratamientos convencionales, permaneciendo ocultas en periodos que pueden oscilar desde meses hasta incluso años, liberando toda su carga activa en cuanto despiertan. Sin embargo puede que sus días estén contados y todo gracias al descubrimiento de un grupo de investigadores del Vall d´Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

Publicado en “The Journal of Clinical Investigation”, el trabajo ha contado con la dirección de Héctor G. Palmer, investigador del Grupo de Células Madre y Cáncer del VHIO. En el mismo se detalla cómo la pieza clave en la lucha contra estas células se encuentra en el factor epigenético TET2, que, según Palmer, “actúa como director de orquesta, obligando a las células tumorales a dormirse, preservando su potencial maligno.” Uno de los aspectos más peligrosos de estas células es su capacidad para diseminarse por todo el organismo durante su fase durmiente, a pesar de no multiplicarse ni proliferar.


 

Gracias a este descubrimiento los investigadores desvelaron los mecanismos con los que evolucionan este tipo de células, con lo que procedieron a demostrar en modelos animales cómo inhibiendo el factor TET2 las células latentes morían en hasta 19 tipos de cáncer diferentes.

Además, la investigación también ha servido para mucho más que identificar a TET2 como posible diana: también ha permitido establecer un biomarcador con que identificar las células hibernadas resistentes a los tratamientos.

“TET2 es un encima que oxida el genoma tumoral dejando una huella (la 5-hidroximetilcitosina o 5hmC) que puede medirse con técnicas convencionales de laboratorio. Nosotros hemos demostrado que alta actividad de TET2 implica altos niveles de 5hmC y una mayor posibilidad de resistir a los tratamientos y de que los pacientes recaigan. Detectando las células con 5hmC podemos predecir con alta precisión si un paciente resistirá a los tratamientos y si recaerá más pronto”, ha explicado Palmer.

Esta es sin duda otra de las grandes noticias y, sobre todo, esperanzas en la lucha contra el cáncer que nos está dejando 2018, un año que promete marcar un antes y un después en la investigación oncológica.