La erradicación del VIH es uno de los grandes retos de la ciencia médica desde su aparición hace ya casi medio siglo. Los estudios e investigaciones al respecto no han dejado de crecer, habiendo logrado importantísimos avances que han permitido convertirla en una enfermedad crónica que, no obstante, sigue necesitando de todo el esfuerzo posible para poder terminar hablando de ella en pasado.
Y esta semana hemos recibido una de las mejores noticias posibles para lograr esa meta: un equipo de científicos, entre los que se encuentran varios investigadores e investigadoras españolas, ha conseguido repetir el que fue uno de los grandes hitos de la década pasada. Si en 2008 se consiguió curar por primera vez a un paciente con VIH (el conocido “Paciente Berlín”), once años después se ha logrado lo mismo con un paciente de un hospital de Londres.
Su identidad sigue bajo anonimato, pero lo que sí sabemos es que el ya conocido como “Paciente Londres” ha logrado la curación gracias al mismo procedimiento empleado en 2008: el trasplante de progenitores hematopoyéticos. Pero había mucho más.
Las células del donante se caracterizaban por poseer una mutación conocida como CCR5 delta 32 que otorga una especie de escudo protector frente al virus, impidiendo que el VIH pueda penetrar en los linfocitos T CD4.
“Debemos ser prudentes y creemos que es demasiado pronto para hablar de curación. Pero sabemos que en casos previos que no han tenido éxito, el virus ha reaparecido antes de un año. Y este paciente lleva año y medio sin medicación”, ha afirmado Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en el Instituto de Investigación del Sida de Barcelona (IrsiCaixa).
La investigación, publicada esta semana en la prestigiosa revista Nature, también ha permitido avanzar en el estudio de los resultados obtenido con el caso de 2008, pues se ha constatado que el paciente receptor no presentaba ninguna copia de la mutación CCR5 Delta 32 en su genoma, demostrando que se puede conseguir la remisión sin necesidad de mutación previa en el receptor.
Aunque, tal como han afirmado desde IrsiCaixa, el procedimiento “no es escalable” a la población general, sin duda supone una de las grandes noticias médicas del año, abriendo un campo de posibilidades del que seguro oiremos hablar en los próximos meses y años.