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¿Por qué no me funciona la dieta? Un estudio reafirma la tesis de la individualidad alimenticia

Nutrición
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A pesar de lo que digan las temperaturas, el verano ya ha llegado oficialmente. Y con él las carreras y los lamentos por no haber iniciado esa dieta con la que perder ese par de kilos de más que siempre creemos que nos sobran. O, también, por ganarlos. Porque objetivos y necesidades hay tantos como personas. Pero… ¿Y dietas?

Si eres de los/as que han acudido a un nutricionista profesional tras la recomendación de alguien de confianza y, tras seguir una dieta similar a la de tu amigo/a, ves que apenas adelgazas o ganas peso, no te preocupes: no es un objetivo que no puedas alcanzar. Simplemente, aunque no lo sepas, eres igual que el resto de los mortales. Incluido tu nutricionista, quien seguro que también ha estudiado y analizado una hipótesis con respecto a la dieta que, ahora, un estudio del King´s College de Londres parece haber confirmado: en lo relativo a la nutrición, no podemos limitarnos a seguir un esquema genérico universal porque, incluso en los gemelos idénticos (quienes poseen prácticamente el mismo ADN), los alimentos responden en el organismo de forma muy diferente.

Esta es la conclusión a la que llegó el equipo de Tim Spector, profesor de epidemiología genética del citado centro, quien presentó el pasado lunes la investigación durante el encuentro de la American Society for Nutrition.

El estudio consistió en el análisis, durante dos semanas, de los hábitos alimenticios de alrededor de 1.100 adultos norteamericanos e ingleses, incluyendo 240 pares de gemelos. Durante este tiempo se midieron los niveles de azúcar en sangre, insulina y grasas tras la ingesta de comidas ultraprocesadas, se analizaron las bacterias existentes en la zona intestinal y se midieron los ciclos del sueño y la actividad física.

Según Spector, los hábitos que en principio deberían arrojar una conclusión clara, como que los alimentos capaces de disparar los niveles de glucosa o grasa durante horas afectan de la misma forma a todas las personas, finalmente se demostraron menos “universales” de lo que hasta ahora creíamos. “Los resultados que obtuvimos sugieren que los “hechos” nutricionales no pueden predecir por sí solos cómo un determinado alimento puede afecta a la salud y al peso.”, asegura el profesor.


Tim Spector, profesor de Epidemiología Genética del Kings College
 

Sin embargo, Spector también nos recuerda que esto no significa que tengamos que descartar todas las recomendaciones nutricionales que se han ido estableciendo como generalmente beneficiosas. “Existen bastantes pautas en las que estamos de acuerdo prácticamente en cualquier parte del mundo.” Como, por ejemplo, aumentar la ingesta de fibra y de alimentos frescos o reducir el número de calorías y alimentos ultraprocesados que ingerimos. No obstante, como indica Spector, otras recomendaciones como saltarse el desayuno, el ayuno o las dietas bajas en carbohidratos o grasas en general como métodos para perder peso pueden no ser efectivas para todos los individuos.

Pero, ¿es posible establecer a día de hoy una dieta basada en la compleja relación entre nuestros genes, el entorno y los biomarcadores? A día de hoy, parece que todavía queda mucho por conocer de estos aspectos como para poder establecer dietas individualizadas 100% efectivas en sus objetivos. Según Spector, a falta de contar con más información sobre el mecanismo de estos condicionantes, la clave de una dieta personalizada puede encontrarse en el estudio del microbioma intestinal, un entorno en el que cada vez se están hallando más vínculos con el estado de salud del organismo en general. Pese a todo, lo que sabemos sobre este aspecto también se encuentra en una fase muy inicial como para poder establecer esas dietas 100% eficientes e individualizadas.

Por ahora parece que lo más cercano a unas pautas nutricionales efectivas son los ya mencionados consejos universales. Y disfrutar de una comida rica en verduras, legumbres y sin excesos de alimentos procesados.